RUTA 1 / DÍA 2
Revisamos todo, hicimos una vez más recuento de nuestros activos y salimos por primera vez como una caravana de rodaje, en la que el equipo de producción, desde la camioneta previamente adaptada para este fin, filmaba y grababa a los tres pilotos circulando.
El pequeño convoy, llamaba mucho la atención, no sólo por el gran colorido de las motos y la camioneta, sino por todo el conjunto que por supuesto incluía una gran bandera de México.
Últimos preparativos, revisión final de las listas y acomodo de cada uno de los muchos elementos que teníamos para cumplir nuestra misión.
En la calle, nos interceptó una patrulla policiaca, que nos ofreció su apoyo y ayuda, que llegó a tal nivel, que nos escoltaron no sólo en la ciudad, participando en el arranque de la serie RodandoXMéxico, sino que nos acompañaron hasta el siguiente municipio, en donde coordinaron que la policía de este, también nos acompañara y así sucesivamente en una demostración de solidaridad para con el proyecto.
Debido a que ninguna de las autoridades que habíamos contactado y a las que les enviamos la información relativa al programa y nuestras necesidades se hicieron presentes, decidimos nosotros mismos cuál sería el mejor lugar para arrancar nuestro proyecto: el Centro Cultural Tijuana el más importante del noroeste; su arquitectura es moderna y majestuosa; lo más importante, sin embargo, son sus numerosas actividades, como los recitales de música tradicional, los círculos de lectura con obras de autores como José Saramago, los originales truques de libros, los programas de danza y música; los recitales de poesía, las notables exposiciones de artes plásticas; se fundó en 1982, abarca 3.5 hectáreas, recibe 1.5 millones de visitantes al año, con 13 mil actividades culturales. Para conocer más sobre éste, uno de los recintos más importantes del país, puede visitarse el sitio www.cecut.gob.mx/. Su personal de inmediato le prestó su apoyo a Rodando X México.
Ahí nos dieron las primeras muestras de apoyo y solidaridad; cuán acertado ha sido pensar en este proyecto, cuánto lo necesita México, que todo el mundo lo conozca, sin importar sexo, posición social, religión, edad, etc. Tan pronto se los explicábamos, se sumaban y comentaban lo mucho que tiene México que ofrecer, lo mucho con lo que contamos los mexicanos para mostrar y lo necesario que es, que el mundo sepa quiénes y que somos, para diferenciar a los mexicanos, a los 112, 000,000 de los pocos miles que han aprovechado la circunstancia para hacer todo el mal, no sólo a la sociedad, sino a la imagen, la cultura y la esperanza de todo un país.
Desde el arranque nos acoplamos como caravana, Paco (el jaguar) abría la comitiva, seguido de Squash (la guacamaya), una piloto expectante, analítica, cuidadosa, y cerraba Andrés (el cocodrilo).
La camioneta de producción, alternaba, yendo delante de lado o atrás, para en todo momento obtener imágenes y perspectivas que enriquecieran la filmación.
La parte norte de Baja California, es un crisol de elementos; ha crecido mucho, antes no era más que la trastienda de los estadounidenses, la zona a la que venían a hacer todo lo que en su país no les era permitido, no más. Ahora se ha vuelto un lugar mucho más desarrollado, con mayor infraestructura y elementos.
Me llamó la atención ver la gran cantidad de casas de empeño que hay, de hecho, en toda la península; es impresionante ver cuántas opciones compiten por las prendas que la gente, en su necesidad de efectivo, lleva a empeñar.
Enfilamos al sur, por una carretera que costea el Pacífico, los paisajes son increíbles, el colorido del mar contrasta con el desierto y el cielo; en todo momento se ven desarrollos, fraccionamientos o pueblos que se han construido a la orilla del mar, con vocación turística algunos otros no tanto. Pasando por San Antonio Necua y Rosarito, lugar famoso por los tacos de langosta con frijoles.
En San Antonio Necua vive la comunidad kumiai, cuyos guías les muestran a los visitantes la flora y la fauna de la zona; los kumiai mantienen y comparten su saber sobre plantas medicinales. Están muy orgullosos de su cultura, sus cantos, sus bailes y su historia, visite https://www.ensenada-baja-vacations.com/
Rosarito es el municipio más joven de la entidad, por lo que no cuenta con monumentos históricos, pero sí ofrece, en cambio, espacios para las manifestaciones de las culturas tradicionales, como sucede en el “Pueblo Plaza”, donde se puede ver a las tejedoras en plena labor con sus clásicos telares; la gastronomía ofrece los famosos cortes de carne de venado. Existen varios sitios sobre este atractivo destino, como bajaenrosarito.com.mx/rosarito.htm. Como un legado del rodaje de la película Titanic (1997), de James Cameron, existe el parque Foxploration, donde el visitante puedo conocer los secretos que hay detrás de la magia del cine. Ahí se exponen además escenografías y vestuarios de la película Titanic. Puede verse en el sitiowww.visitingmexico.com.mx/baja-california/destinos-baja-california-rosarito-foxpl
Nos dirigimos a Ensenada llegando al magnífico Valle de Guadalupe, zona agrícola especializada en productos derivados de la vid y las aceitunas. El desarrollo no es sólo agrícola, desde el punto de vista turístico el crecimiento es evidente, han logrado acoplar en forma magnífica actividades culturales, gastronómicas y artísticas, generando una gran diversidad de visitantes en diferentes fechas, logrando un auge y desarrollo socioeconómico que demuestra que con trabajo y, explotando la vocación de la zona, se pueden obtener sociedades proactivas y con bienestar.
Posteriormente, visitamos los viñedos de la compañía La Cetto, en donde además de guiarnos por la planta, nos dieron una profunda explicación de los diversos procesos por los que las uvas tienen que pasar, para llegar a ser los diferentes tipos de vino, que afortunadamente nos permitieron probar y así degustamos la calidad de los mismos, es excelente al igual que la magnífica atención de nuestros anfitriones. Conocimos a un personaje verdaderamente interesante y especial, Camilo Magoni, enólogo de la casa La Cetto, quien además es un entusiasta viajero y gran conocedor de la península, uno más de esos extranjeros que vienen a nuestro país y se funden con nuestra tierra, que la viven y entienden mejor que nadie y que aun con acento y modales extranjeros, son mexicanos, de esos que no lo son por nacimiento, sino por decisión, haciendo de este país (México) su casa, su hogar.
Seguir el recorrido es lo natural: cuánto por mostrar, cuánto por ver; es obligado detenerse en la Bufadora, herida en la roca que ruge o bufa cuando el mar la ataca, lanzando un chorro de vapor y gotas que hacen que el viajero, se sienta fascinado por un fenómeno natural, creado por la física y que nos denota que la tierra, está nuestra tierra, tiene un pulso, un ritmo, una cadencia y no importa lo que hagamos, cuanto la contaminemos, construyamos, modifiquemos, en el fondo sigue igual que hace millones de años.
Con prisa por el final del día, seguimos por la carretera en esa hora cero, la más peligrosa para manejar, en la que la puesta de sol no ha finalizado y las sombras crecen, nuestra siguiente parada para dormir fue Ensenada.